Tormentas en Montaña con apárato eléctrico.

El principal peligro de una tormenta con aparato eléctrico es el rayo. Un rayo es electricidad. Cuando cae sobre una cumbre, cresta, árbol, suelo, etc su efecto más inmediato y demoledor se produce allí, pero también se propaga de inmediato en todas direcciones, a través de las corrientes de tierra, pudiendo afectar aunque se encuentren relativamente alejadas. Estas corrientes de tierra están formadas por los elementos de menor resistencia eléctrica, como corrientes de agua, rocas humedas y grietas existentes en la propia roca. Por todo esto, el rayo conforma dos peligros: el impacto directo y las corrientes de tierra por donde se propaga.

Como primera medida para protegerse del impacto directo el montañero que prevea o se encuentre ya inmerso en una tormenta de estas características tendrá que abandonar de inmediato las zonas altas de la montaña como sus cumbres, crestas y aristas. Y debe también conocer que las grandes paredes de roca le protegerán siempre que mantenga una distancia mínima a ellas de al menos dos metros. Los techos y las paredes extraplomadas no ofrecen toda la seguridad que parecen dar.




Las corrientes de tierra son más dificiles de evitar.
Hay que tener en cuenta:

- Podemos guarecernos en el interior de un bosque, mejor cerca de los árboles más bajos.

- No situarnos en zonas humedas y mojadas, ni sobre cauces de agua por pequeños que éstos sean.

- No situarnos en zonas de grietas, sobre todo en paredes y bloques de roca.

- Nos deberemos sentar, o en su defecto agachar, sobre objetos aislantes (sobre la cuerda, sobre la mochila si ésta no tiene armazón metálico, sobre la esterilla, etc siempre que estén secos) siempre manteniendo los pies juntos y las manos alejadas del suelo, por ejemplo sobre las rodillas. Nos deberemos recoger lo máximo posible para tratar siempre de ocupar un menor espacio.

- No hay que correr, ya que la turbulencia de aire provocada podría atraer al rayo.

- No hay que protegerse bajo árboles o piedras aisladas, que podrían hacer de pararrayos. . Los árboles que forman bosques son menos de temer porque aumentan las posibilidades de que la chispa eléctrica caiga lejos.

- En las casas fuera de la ciudad, cierre puertas y ventanas. No camine sobre suelos húmedos o con calzado mojado.

- No salga a la puerta ni tenga las ventanas abiertas.

- No tener contacto con el agua, por ejemplo cuando se está en la playa o cerca de un río o un lago. La salinidad del agua permite que toda la intensidad de la descarga eléctrica produzca efectos fatales.

- Alejarse de las verjas metálicas o vallas. Estas podrían causar la muerte aun sin hallarse en contacto con ellas. Por tal motivo, se recomienda alejarse de toda clase de maquinaria, vehículos y herramientas.

- No usar paraguas con punta de metal

- No andar descalzo

- No hay que quedarse en la orillas de ríos, valles estrechos o zonas donde pueda acumularse el agua, para no vernos sorprendidos por una crecida.

- Dentro de la casa, la máxima seguridad se encuentra sobre la cama, principalmente si es de madera.

- Durante la tormenta no utilice artefactos eléctricos; use el teléfono solo en una emergencia.

- No protegerse en una tienda de campaña, ya que sus varillas metálicas podrían hacer de pararrayos.

- No montar en bicicleta.

- Los edificios grandes como escuelas y otros similares, son seguros.

- No meterse en pequeños agujeros o pequeñas cuevas que encontremos en la roca, puesto que no podremos cumplir la distancia mínima de seguridad con la roca y la propagación de la electricidad del rayo podría pasar directamente a nuestro cuerpo. Las cuevas y agujeros más grandes sí nos darán buena protección siempre que mantengamos las siguientes distanticas mínimas con la roca: dos metros con el fondo y un metro con los lados, el techo y la entrada. En estas cuevas y agujeros más grandes también será preferente sentarnos sobre algún objeto aislante y mantenerse lo más recogidos posible y sin colocar las manos en el suelo.

- No meterse bajo pequeños techos y extraplomos de roca puesto que no nos permitirán mantener las distancias mínimas de seguridad con la pared.

- Separar de nosotros los materiales metálicos que llevemos como equipo, tales como bastones de aluminio, crampones, piolet, material de aseguramiento, etc. No es necesario tirarlos sólo separarlos de nosotros puesto que no atraen los rayos por sí mismo, en contra de la creencia popular, sino que sólo son muy buenos conductores de la electricidad.

- Si nos refugiamos en una pequeña cabaña, caseta o refugio recordar no acercarse a la puerta ni a las ventanas que pudiera tener, manteniendo éstas siempre cerradas si es posible. Mantenerse siempre en el centro y no acercarse a la chimenea en caso de que existiera.

Si oimos a nuestro alrededor un zumbido parecido al de algunos insectos y se nos comienza a erizar el cabello y el bello del cuerpo deberemos saber que la descarga es inminente. Nos desharemos inmediatamente de todo el material metálico que llevemos en ese momento como el bastón o el piolet, elementos éstos que pueden presentar en este caso el fenómeno conocido como el Fuego de San Telmo.



Otro dato importante es conocer aproximadamente a qué distancia está de nosotros una tormenta y si esta se aleja o no de nuestra posición. Para ello hay que recordar que por cada tres segundos que pasan desde que vemos el relampago hasta que oímos el trueno la distancia es de un kilómetro aproximadamente.

Fuentes:

http://www.sistemacentral.net/

http://www.cdmasdeguia.com/

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